Y Ana le respondió, diciendo: No, señor mío; mas yo soy una mujer acongojada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante del SEÑOR.
(Sagradas Escrituras)
Ana respondió: "No, señor mío, sino que soy una mujer atribulada de espíritu. No he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma ante el Señor.
(Nueva Reina Valera)