Y así hacía cada año; cuando subía a la Casa del SEÑOR, la otra la enojaba así; por lo cual ella lloraba, y no comía.
(Sagradas Escrituras)
Eso sucedía cada año. Cuando subían a la casa del Eterno, Penina enojaba a la otra. Por eso Ana lloraba y no comía.
(Nueva Reina Valera)