Por tanto no te avergüences de dar testimonio del Señor nuestro, ni de mí, que estoy preso por él; antes sé participante de los trabajos del Evangelio por el poder de Dios,
(Sagradas Escrituras)
Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo. Antes participa de los sufrimientos del evangelio por el poder de Dios,
(Nueva Reina Valera)