y sea que , cuando el tal oyere las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande según el pensamiento de mi corazón, para añadir la embriaguez a la sed.
(Sagradas Escrituras)
"Que nadie, al oír las palabras de esta maldición, se bendiga en su corazón, diciendo: 'Tendré paz, aunque ande según el pensamiento de mi corazón'. Eso sería la ruina tanto de la tierra regada como de al seca.
(Nueva Reina Valera)