Tomó, pues, el SEÑOR Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrase y lo guardase.
(Sagradas Escrituras)
Tomó, pues, Dios el Eterno al hombre y lo puso en el huerto de Edén, para que lo cultivara y lo guardara.
(Nueva Reina Valera)