Formó, pues, el SEÑOR Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán, para que viese cómo les había de llamar; y todo lo que Adán llamó al alma viviente, es ese su nombre.
(Sagradas Escrituras)
Dios el Eterno, que había formado de la tierra a todo animal del campo y a toda ave del cielo, los había traído a Adán, para que viera cómo los había de llamar. Y el nombre que Adán les dio, ése fue su nombre.
(Nueva Reina Valera)