Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; que ahora conozco que temes a Dios, pues que no me rehusaste tu hijo, tu único;
(Sagradas Escrituras)
Y le dijo: "No alargues tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada. Ya sé que temes a Dios, pues no me negaste a tu hijo, tu hijo único".
(Nueva Reina Valera)