Señor mío, escúchame: la tierra vale cuatrocientos siclos de plata; ¿qué es esto entre mí y ti? Entierra pues tu muerta.
(Sagradas Escrituras)
"Señor mío, escúchame. La tierra vale 400 siclos de plata (unos 4,5 kgs). ¿Qué es eso para ti y para mí? Entierra a tu esposa".
(Nueva Reina Valera)