Oyenos, señor mío, eres un príncipe de Dios entre nosotros; en lo mejor de nuestras sepulturas sepulta a tu muerta; ninguno de nosotros te impedirá su sepultura, para que entierres tu muerta.
(Sagradas Escrituras)
"Oyenos, señor nuestro, tú eres un príncipe de Dios entre nosotros. En lo mejor de nuestros sepulcros entierra a tu muerta. Ninguno de nosotros te negará su sepultura para que entierres a tu muerta".
(Nueva Reina Valera)