Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, clamó con una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo a su padre: Bendíceme también a mí, padre mío.
(Sagradas Escrituras)
Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, clamó con muy grande y amarga exclamación: "Bendíceme también a mí, padre mío".
(Nueva Reina Valera)