Y vino Dios a Labán, el arameo, en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no digas a Jacob bueno ni malo.
(Sagradas Escrituras)
Esa noche vino Dios en sueño a Labán arameo y le dijo: "Guárdate que no hables a Jacob ni bien ni mal".
(Nueva Reina Valera)