Nunca te traje lo arrebatado por las fieras; yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, de mi mano lo requerías.
(Sagradas Escrituras)
"Nunca te traje lo arrebatado por las fieras, yo pagaba el daño. Lo hurtado, así de día como de noche, de mi mano lo cobrabas.
(Nueva Reina Valera)