Y decían el uno al otro: Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, que vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le oímos; por eso ha venido sobre nosotros esta angustia.
(Sagradas Escrituras)
Y se decían uno al otro: "Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, que vimos su angustia cuando nos rogaba, y no le oímos. Por eso nos ha venido esta angustia".
(Nueva Reina Valera)