Y acabado aquel año, vinieron a él el segundo año, y le dijeron: No encubriremos a nuestro señor que el dinero ciertamente se ha acabado; también el ganado es ya de nuestro señor; nada ha quedado delante de nuestro señor sino nuestros cuerpos y nuestra tierra.
(Sagradas Escrituras)
Acabado ese año, vinieron el año siguiente y le dijeron: "No encubriremos a nuestro señor que el dinero se acabó. También el ganado es de nuestro señor. Nada ha quedado sino nuestro cuerpo y nuestra tierra.
(Nueva Reina Valera)