Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multiplicáreis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
(Sagradas Escrituras)
"Cuando extendáis vuestras manos para orar, esconderé de vosotros mis ojos. Aunque multipliquéis las oraciones, no os escucharé. Llenas están de sangre vuestras manos.
(Nueva Reina Valera)