Ceñíos y lamentad, sacerdotes; aullad, ministros del altar; venid, dormid en cilicio, ministros de mi Dios; porque quitado es de la Casa de vuestro Dios el presente y la libación.
(Sagradas Escrituras)
Ceñíos y lamentad, sacerdotes. Gemid, ministros del altar. Venid, dormid en cilicio, ministros de mi Dios; porque la casa de vuestro Dios ha quedado sin ofrenda y sin libación.
(Nueva Reina Valera)