Y el maestre de la nave se llegó a él, y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; por ventura él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.
(Sagradas Escrituras)
El patrón de la nave se le acercó, y le dijo: "¿Qué haces aquí, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios. Quizá tenga compasión de nosotros, y no pereceremos".
(Nueva Reina Valera)