Tet : Sus inmundicias están en sus faldas; no se acordó de su postrimería; por tanto, ella ha descendido sorprendentemente, no tiene consolador. Mira, oh SEÑOR, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido.
(Sagradas Escrituras)
Su inmundicia está en sus faldas, no se acordó de su fin. ¡Ha caído asombrosamente! Y no tiene quien la consuele. Mira, oh Eterno mi aflicción, porque el enemigo ha triunfado.
(Nueva Reina Valera)