Mas el novillo, y su cuero, y su carne, y su estiércol, lo quemó con fuego fuera del real; como el SEÑOR lo había mandado a Moisés.
(Sagradas Escrituras)
Pero el becerro, su piel, su carne y su estiércol los quemó fuera del campamento, como el Eterno había mandado.
(Nueva Reina Valera)