Entonces el SEÑOR destapó los ojos a Balaam, y vio al ángel del SEÑOR que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y él se bajó y adoró inclinado sobre su rostro.
(Sagradas Escrituras)
Entonces el Eterno abrió los ojos de Balaam, y vio al Ángel del Eterno que estaba en el camino, con la espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro.
(Nueva Reina Valera)